Al-Mu'tamid y el Cid, dos caballeros
"El encuentro amistoso entre estas dos figuras caballerescas, al-Mu'tamid y el Cid, tiene algo de único y valioso. El Cid no era poeta como el 'abbâdî, no disponía de un mundo espiritual tan rico, pero ciertamente no era inferior a él en dignidad varonil. Si el árabe estaba familiarizado con todas las finuras del adab, lo que implicaba buena educación, tacto y sensibilidad para los valores éticos, tampoco el castellano era un simple guerrero valiente; su pensar y actuar estaba impregnado por la justicia tal como se manifiesta en el Fuero juzgo, la ley medio romana, medio germánica del norte español; conocía a fondo esta ley. Por un lado, nobleza árabe con todo su apasionamiento, purificado por el espíritu del islam, y por el otro, hombría aguerrida germánica, mitigada por la forma latina y la piedad cristiana".
[Titus Burckhardt, La civilización hispano-árabe, Alianza Editorial, Madrid, 2001, p. 145].