Shayj y fatà, maestro y caballero
"En árabe, la noción de sabiduría está estrechamente ligada a la de edad madura, y al shayj [maestro]. Según Tarafâ ibn al-'Abd: "Sa-tûbdî laka al-'ayyâmu mâ kunta yâhilan" [El tiempo te desvelará lo que ignoras]. La palabra shayj implica a la vez la madurez (fijada a los 50 años) y la maestría (encontramos la expresión shayj al-shabâb para designar, entre los jóvenes, a un maestro de sabiduría). Los shuyûj (plural de de shayj) de un grupo o de una tribu son, en cierta manera, los senadores o los decanos.
El fatà [caballero], obligatoriamente sabio, es pues también necesariamente shayj. Su juventud está exenta de futilidad como lo nota Abû Jurrâsh al-Hudhalî: "El estúpido no ha tenido jamás una correa larga. Él pierde la juventud en futilidades". Cuando el fatà shayj avance en edad, conservará el vigor y la firmeza (dicho de otro modo, su juventud), del mismo modo que continuará siendo generoso. Se convertirá entonces en un shayj fatà. En el marco del espíritu de los poetas de la yâhiliya [periodo preislámico], Abû Tammam afirma: "Él posee la anât (paciencia, sangre fría, tranquilidad) de la edad madura y la frescura del fatà; cuando se lanza al combate es un buitre feroz". En suma, un fatà es siempre un fatà. Era un fatà shayj; se convertirá en un shayj fatà: "¡Oh Hind! ¿quieres un shayj por siempre fatà? Hay jóvenes que no poseen la cualidad de fatà".
El fatà [caballero], obligatoriamente sabio, es pues también necesariamente shayj. Su juventud está exenta de futilidad como lo nota Abû Jurrâsh al-Hudhalî: "El estúpido no ha tenido jamás una correa larga. Él pierde la juventud en futilidades". Cuando el fatà shayj avance en edad, conservará el vigor y la firmeza (dicho de otro modo, su juventud), del mismo modo que continuará siendo generoso. Se convertirá entonces en un shayj fatà. En el marco del espíritu de los poetas de la yâhiliya [periodo preislámico], Abû Tammam afirma: "Él posee la anât (paciencia, sangre fría, tranquilidad) de la edad madura y la frescura del fatà; cuando se lanza al combate es un buitre feroz". En suma, un fatà es siempre un fatà. Era un fatà shayj; se convertirá en un shayj fatà: "¡Oh Hind! ¿quieres un shayj por siempre fatà? Hay jóvenes que no poseen la cualidad de fatà".
[Laila Khalifa, Ibn 'Arabî. L'initiation à la futuwwa, Albouraq, París, 2001, pp. 122-123].
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